Hablemos de motivaciones. Hay de dos tipo: intrínseca y extrínseca. La primera nace de cada uno de nosotros, sería como la fuerza interior. Esa voz que un día se despierta y te dice “hoy lo dejas y que no vuelva nunca más” y además te repite “seré lo suficientemente fuerte para superar cualquier obstáculo». En cambio, la motivación extrínseca viene de fuera, impulsada por castigos o recompensas, ese pensamiento que dice “voy a dejar de fumar porque cada se fuma en menos sitios” o “el tabaco de cada vez está más caro”.
La verdadera motivación es la intrínseca, la que nace de ti y aunque la verdad es que el tabaco de cada vez sube más de precio y se prohíbe fumar en más sitios, si de verdad lo quieres conseguir no hay excusa que valga.
Falta poco tiempo para que veamos las nombradas “cajetillas genéricas”, significa que todas las cajas serán iguales y también vemos como en alguno países están prohibiendo comprar tabaco a los nacidos a partir de 2009, pero esperemos que la motivación te venga antes de que salgan más leyes.
En la consulta hablaremos de tus verdaderos motivos, porque siempre se pueden quedar cosas por el camino. ¿Qué harás con los últimos cigarros?, ¿guardarás en un cajón todas las fotos que sales fumando?, ¿y con el cigarrillo del bar?. Todas estas situaciones en las que antes fumabas te pueden llevar a recaer. Y en todas ellas trabajaremos.
Pero aunque pasen los años y muchas leyes desde la primera ley antitabaco en el 2006 no nos cansamos de escuchar “¡es que antes se fumaba en las farmacias!” porque no siempre se cumple la frase de la típica canción “cualquier tiempo pasado parece mejor”.